martes, 21 de septiembre de 2010

Logorama

Olivia tiene mucho tiempo libre cuando su esposo Jaime sale de viaje y Marcos rara vez se está en casa durante el ciclo escolar. Siendo una vlogger, ella sube y ve muchos vídeos, desde que su hijo le mostró un video de Kimiziitha y su flamenco, la vlogger mexicana más vista, quedó prendada. Hace un par de días Laura, su nuera, le mandó a su lista de contactos un cortometraje ganador del Oscar que llamó su atención.

Las marcas nos influyen en todo, no sólo como un punto de referencia sino se convierten en identificadores. Nos inundan. Se han convertido en guías de comportamiento o ejemplos. Logorama ofrece un juego entre la humanización de las marcas y una reflexión: ¿Son las marcas quienes se humanizan o somos nosotros quienes estamos siendo marcados?

La primera vez que Marcos compró unos Dickies fue en su cumpleaños número 15, los compró negros y ajustados además de un cinto a cuadros rojos y negros. Oyó decir a una bolita de chicos punk que esperaba junto con él en la parada del autobús, que lo llevaba a la secundaria a la que asistía, que un verdadero miembro de su tribu usaba dichos pantalones. Cuando llegó a casa con los pantalones puestos, su padre, Jaime, le comentó que cuando de joven trabajaba en una maquila les hacían usar Dickies.

Todos los días lidiamos con ellas. Una marca define la calidad, su prestigio, los beneficios. Nos dejamos llevar por lo que la creatividad de sus creadores dejó plasmado al realizar la marca. Cada campaña, cada trazo de un logo, de una marca exitosa, se compone del trabajo arduo de muchos individuos que buscan como objetivo final que ésta se vuelva más que una simple imagen que se convierta en una perspectiva, una manera de ver las cosas. Logorama invita a pensar en lo que hay detrás de una marca, de lo que la compone, en el triunfo de la creatividad sobre lo racional dentro del mundo caótico y enfermo con el que lidiamos día a día.

La primera impresión que uno puede llevarse con el cortometraje de 16 minutos, ganador de un premio Cannes, es como coincide, o no, la manera en que uno percibe a marca verla respirar en la pantalla. Una marca está viva, evoluciona, crece y desarrolla una personalidad, muchas fracasan en el intento desapareciendo en la obscuridad del olvido.

Cuando Olivia le reenvío el vídeo a Doña Mary, quien rara vez abre una cadena, esta hizo lo mismo con Ale y José, la primera lo envío a Laura, quien recordó haberlo enviado y quiso mostrarle algo súper innovador a Marcos. A quien su madre, ya se lo había mostrado, Marcos se quedó en silencio un momento, tomó un sorbo de su Coca-Cola, se pasó la mano sobre su playera de Volcom quitando la humedad de su palma, miró hacía sus Vans, para luego bajar la tapa de su iMac, voltear a ver a Laura y finalmente decirle:

“Yo por eso, mejor no me etiqueto”.

A lo que Laura le respondió.

“Siempre me dio miedo ese payaso de McDonalds”.

S.Yáñez

Análisis de:

Logorama (2009)
http://www.imdb.com/title/tt1563725/
http://www.logorama-themovie.com/

2 comentarios:

  1. de nueva cuenta un comentario muy completo, veo que agregaste en otra entrada la descripción de los personajes lo cual ayuda.

    Sobre el payaso ya ves que son el terror de muchos... desde el Joker hasta Brozo...

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  2. Mi objetivo también era buscar demostrar lo irónico de esa frase eterna de: "NAda me define, yo no me etiqueto". Todos somos una etiqueta andante.

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